En 1844 el gobierno español declara obligatoria la constitución de un colegio de abogados en todas aquellas ciudades donde hubiesen al menos 20 profesionales en ejercicio.

En Alicante son 31 los abogados fundadores. Los 10 primeros números corresponden a Francisco Jover, Francisco Rovira, Cipriano Bergez, Juan Sanmartín, Antonio Berduig, Estalisnao Lafora, Isidro Salazar, Juan Bautista Llopis, Manuel Castells y Francisco Lloret. El primer decano fue Rovira. Tuvo su primer sitio de reuniones en la Audiencia de lo Criminal (sala del Ayuntamiento).

Más adelante Cipriano Bergez asumió el decanato durante 27 años. En esta época destacó también la presencia de Eleuterio Maisonnave entre los socios.

En 1876 Francisco Forner fue nombrado nuevo decano. Le sustituyó en 1878 Ramón Campos por 11 años.

José García Soler tomó las riendas del Colegio en 1890. Tuvo que lidiar con serios problemas económicos. Bajo su mandato, en 1907 inauguraron su primer local independiente en la calle Sagasta (actual calle San Francisco).

Desde 1910 Rafael Beltrán cogió el decanato y procedió a la modernización del Colegio, así como aumentó su presencia en la sociedad alicantina. También procuró organizar y aumentar la biblioteca.

Fue el propio Beltrán quien decidió alquilar un local en la plaza del Alfonso XII (actual Ayuntamiento) para trasladar la sede a un lugar más cercano a la Audiencia Provincial.

Luego de su fallecimiento en 1925 José Guardiola Ortiz ejerció de decano provisionalmente durante unos meses, hasta que fue elegido definitivamente Antonio Martínez quien ganó al propio Guardiola en las elecciones. En 1926 se decidió que la Inmaculada Concepción fuera la patronia del Colegio. También se fijó un “día del abogado” anual.

A Martínez le sucedió Ramón Campos Puig al ganar las elecciones en 1935. Sin embargo, al comienzo de la Guerra Civil fue sustituido por orden del gobernador civil a instancias de los letrados más izquierdistas, quedando el puesto de nuevo en manos de José Guardiola.

Durante la guerra el Colegio apenas tuvo nuevas incorporaciones de nuevos abogados, lo cual supuso ciertas penurias económicas. Al término del conflicto, tras la conquista de Alicante, José Guardiola fue apresado.

El nuevo gobierno franquista prohibió las elecciones a decano en los colegios abogaciles y desde entonces fue el propio Ministerio de Justicia quien los nombraba. Dicho cargo cayó en el nuevo alcalde Ambrosio Luciáñez.

Aquel año de 1936 se organizó un homenaje a los abogados miembros fallecidos en la guerra. Sin embargo, se realizaron algunas depuraciones y sanciones a los letrados vinculados con la caída República.

En 1943 se produjo una brutal explosión en la calle Rafael Altamira que destruyó el edificio donde se ubicaba la sede. Tuvieron que mudarse provisionalmente a la calle San Fernando.

La mayor parte de los miembros del colegio presionaron a la justicia franquista para que José Guardiola volviera a ser admitido y se le permitiera ejercer de nuevo la abogacía. Finalmente lo lograron en 1946.

A Ambrosio le sucedió Ricardo Pérez Lassaletta en 1947. Tras un breve mandato de año y medio por parte de José Martínez Alejos, Francisco Alberola Such se convirtió en el nuevo Decano, al tiempo que ejercía de alcalde (como ya le ocurrío a Ambrosio). Precisamente fue el alcalde Alberola quien proyectó llevar los juzgados a la calle Gravina, lugar donde también se instaló el Colegio.

En 1952 se celebraron las primeras elecciones a decano desde la época de la Segunda República. Fueron ganadas sin oposición por Manuel Pérez Mirete. El nuevo decano decidió celebrar el centenario del Colegio al año siguiente (si bien se equivocó por 9 años, ya que la fundación del organismo había sido en 1844).

Pérez Mirete tuvo la difícil tarea de adaptar la jurisdicción del Colegio a toda la provincia, por imperativo legal. Esto le supuso algunos enfrentamientos con el Colegio de Elche. Tuvo un amago de dimitir en 1854 por diferencias con otros abogados, pero finalmente no lo hizo ante las solicitudes de la mayoría de sus compañeros para que continuase al frente. En el 57 se trasladó a la calle Reyes Católicos, aunque también tenía un salón de actos en la calle San Fernando.

Luis Berenguer ocupó el decanato desde 1965. Durante su mandato se construyó el nuevo Palacio de Justicia en Benalúa, a donde pasó a establecer el Colegio. En 1972 se fomentó la creación de una Agrupación de Abogados Jóvenes del Colegio de Alicante. Ese mismo año Pedro Sorribes fue electo nuevo decano.

Le sustituyó en 1977 Manuel Luis Caballero. Durante esta época el Colegio se adaptó a los nuevos tiempos de la Transición, tratando de mantener toda independencia posible del poder político. En 1982 se inauguró la actual sede en la calle Alberola. También bajo su mandato se inaugura la facultad de Derecho en la Universidad de Alicante.

En 1987 Luis Delgado gana las elecciones y es el nuevo decano. Al año siguiente se crearon las becas José Vidal, en honor a este ilustre abogado alicantino. Desde 1989 se empezó a editar la revista del Colegio de Abogados alicantino.

Isidro Echániz fue el nuevo decano desde 1992. Solo 2 años más tarde el colegio celebró su 150 aniversario (esta vez en el año correcto).

FUENTE:

- “150 AÑOS DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE ALICANTE” Fernando Candela Martínez