García Sáez, Cosme
Se crió en Logroño y quedó huérfano a los 15 años, debido a la prematura muerte de su padre. A la edad de 19 años contrajo matrimonio con Úrsula Parres. Su primer hijo Vicente Benito nació pocos meses después. Tuvieron tres hijos más: Juana, Sotero y Enrique.
Durante su juventud, Cosme trabajó de mecánico e integró la Milicia Nacional Urbana. Se trasladó a Madrid en busca de una mejor vida para su familia. Destacó desde siempre por su ingenio y fabricó algunos exitosos inventos, como una máquina matasellos, una imprenta y carabinas con carga trasera.
Con el dinero ganado decidió trasladarse a Barcelona para trabajar en su próximo invento, una máquina capaz de sumergirse en el mar con personas dentro. En 1859 realizó la primera prueba en el puerto de la ciudad condal. Aunque fue un fracaso, Cosme no se desanimó e inicio los trámites para patentar su "barco-pez".
Tras mejorar su invento, quisó mostrar al gobierno español (presidido entonces por el general O'Donell) que su submarino era capaz de funcionar. Le ofrecieron realizar una muestra en el Puerto de Alicante, a la que acudieron algunas autoridades políticas españolas, así como los cónsules de Estados Unidos, Gran Bretaña y Suiza.
La prueba se realizó el día 3 de agosto de 1860. Cosme se introdujo en su "barco-pez" (llamado oficialmente Bateau Plongeur) junto a su hijo Enrique. Fue un completo éxito. Permanecieron en el interior del agua durante más de media hora (según Cosme, no se mantuvieron más tiempo para no preocupar a los presentes) e hicieron algunas maniobras submarinas.
No se conoce ninguna referencia en el mundo de otro aparato anterior que lograra sumergir a personas debajo del agua durante tanto tiempo, y sin contacto directo alguno con el aire exterior. Por tanto, se puede decir que aquel día se probó en Alicante el primer submarino de la historia.
Aunque tanto los representantes del gobierno como la propia reina Isabel II alabaron públicamente dicho invento, no aceptaron la oferta de compra que les propuso Corme García argumentando una situación económica muy mala del país debido a la reciente guerra en Marruecos.
El emperador francés Napoleón II si le llegó a ofrecer 14 millones de francos para incorporar el barco-pez al ejército naval francés. No obstante, por motivos patrióticos Cosme se negó a vender su invento a un país entonces considerado enemigo militar de España.
Su último invento destacado fue un innovador fusil. Sin embargo, la mayoría de las unidades fueron robadas durante la Revolución de La Gloriosa y desaparecieron.
Cosme vivió sus últimos años empobrecido, tras haber invertido casi todos sus ahorros en estos inventos que no llegaron a reportarle beneficios económicos. Regresó a Madrid y falleció a los 56 años.
Su "barco-pez" permaneció durante algunos años encallado en el Puerto de Alicante. Hubo quejas acerca de que entorpecía el tráfico portuario y su hijo Enrique se vio obligado a hundirlo en el Mediterráneo.
El propio Enrique volvió a ofrecer el invento al gobierno español para la Guerra de Cuba de 1898. Sin embargo, fue rechazado dado a que no le encontraron utilidad práctica.
Irónicamente, apenas 20 años después el ejército español compró sus primeros submarinos a los Estados Unidos. A uno de ellos se le denominó "Cosme García" en homenaje al hombre que ya los había inventado 40 años antes.
FUENTES:
- Alicante Vivo (www.alicantevivo.org)
- Wikipedia