Nació en la calle Foglietty , del barrio de Banalúa. Su padre era exportador de vino. A los 7 años sus padres decidieron internarla en una escuela en Montpellier para que aprendiera francés. 3 años más tarde, la familia al completo se trasladó a Orán por motivos de trabajo.

A los 15 años vuelven a Alicante. Al retornar a su ciudad descubren el gran auge que han experimentado las recién creadas Hogueras de San Juan en los últimos años. Su padre se convirtió también en un gran entusiasta de las fiestas sanjuaneras y se integró en la comisión de la hoguera de Benalúa.

Logró convencer a su hija Carmela para que se presentara a bellea del distrito. En un concurso organizado por la propia hoguera en el cine Granados, Carmela fue elegida como la representante de Benalúa para ese año. Pocos días después se celebró el certamen local de belleas y Carmela volvió a ganar, proclamándose así Bellea del Foc de las Hogueras de San Juan de 1936. Tenía tan solo 15 años, pero logró ganar a todas las demás mayores que ella.

Como su padre tenía negocios en Orán, organizó junto al cónsul español allí y la Comisión Gestora una visita oficial de las Hogueras de San Juan a la ciudad franco-argelina. Se pretendía que dicha visita se convirtiera en una tradición anual, pero apenas un mes después de las Hogueras estalló la Guerra Civil. Carmela fue, por tanto, la última Bellea del Foc de la República Española.

Tras el comienzo de la contienda bélica, Carlos Ramos decidió mandar a toda su familia de vuelta a Orán. El se quedó en Alicante para seguir levantando el negocio y poder enviarles dinero.

Luego del fin de la Guerra volvieron a Alicante. Carmela aprovechó sus conocimientos de francés para dar clases particulares. En 1940 se casó con su novio Bartolomé Iborra y tuvieron un hijo poco después al que llamaron Jaime. Vivían en Benalúa.

Desgraciadamente su marido falleció en 1947 por problemas de corazón. Carmela se vio en una situación muy difícil, pues las clases de francés apenas le daban dinero para mantener a su hijo, en plena Posguerra. Fue entonces cuando consiguió un trabajo de la empresa americana Fuller Cosmetics de productos de belleza.

Carmela obtuvo la concesión de la empresa para ser su representante en la provincia de Alicante, y creó una red de comerciales en varios pueblos, siendo ella la jefa que los supervisaba. Así pudo mantener a su hijo sin penurias durante unos años.

Siguió dando clases de francés y más adelante fue contratada como profesora por varios colegios como el San Luis, el Juan XIII o las Javerianas, con lo que tuvo ya para siempre estabilidad laboral. También trabajó para el Sindicato Vertical, igualmente dando clases de francés.

Gran aficionada a escribir, paralelamente a su trabajo de profesora también colaboró para varios periódicos locales haciendo reportajes de actualidad.

Al igual que le pasó a su marido Bartolomé, su hijo Jaime falleció prematuramente por problemas cardiacos en 2005.

Ya con 91 años, Carmela aprovechó el tiempo libre que la jubilación le daba para escribir una novela romántica que tenía desde hace mucho en mente “Lázaro”. Tuvo 4 nietos y varios bisnietos.

Falleció con 97 años cuando estaba escribiendo su segunda novela.

BELLEA DEL FOC (1936)

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FUENTE:

-  Ella misma