Nacido en el seno de una familia humilde menorquina dedicada a la carpintería. Fue el último de 6 hermanos.

A los 26 años se casó con Susana de la Torre y ambos inmigraron a Uruguay para dedicarse allí a la escultura y la pintura. En Montevideo nacieron sus hijos Juan (1837) y Vicente (1843). Sin embargo su esposa falleció y Antonio decidió regresar a Menorca.

De vuelta en Mahón se casó con Eulalia Coll y junto con su familia se trasladó a Alicante. Aquí abrió un taller dedicado a la confección de obras artísticas y a la decoración interior en la calle de la Princesa (actual calle Rafael Altamira). Tuvieron 3 hijos Carmen (1848), Leonardo Nicolás (1850) y María Remedios (1852).

Uno de sus primeros trabajos fue trabajar en la decoración interior del recién inaugurado Teatro Principal, completando la labor realizada po el artista catalán José Planella. También decoró posteriormente los teatros de Alcoy y Orihuela.

Su mayor fama la ganó como autor de piezas religiosas para la Semana Santa, inspirado especialmente en la obra de Francisco Salzillo y el arte sacro barroco. Suyo fue el Cristo que elaboró en 1853 para la Ermita de Santa Cruz o el paso para la Cofradía de la Santa Cena. También una figura de San Rafael Arcángel para la Iglesia de San Nicolás.

Una vez más su esposa falleció y volvió a casarse, esta vez con Francisca Zamora. Tuvieron otros 3 hijos: Eduardo, Emigdia y Dolores.

Poco después se trasladó a Orihuela debido a los numerosos encargos que tenía por parte de las cofradías oriolanas. Llegó incluso a ser nombrado concejal de Fiestas y Ornato Público en el ayuntamiento oriolano durante la Primera República (desconocemos en qué partido político militaba). También realizó imágenes para la Semana Santa de Crevillente, Jumilla, Elche, Novelda o Catral.

Además de toda la imaginería religiosa lo largo de su vida pintó muchos cuadros, sobre todo de retratos por encargo. Una de sus obras más célebres fue la pintura que le dedicó al antiguo gobernador Trino González de Quijano para la Diputación en 1854.

En 1860 partició en la Exposición Agrícola, Industrial y Artística organizada por la Sociedad Amigos del País en Alicante con 3 retratos de Pío IX, el obispo Pedro María Cubero y un cardenal. El Ayuntamiento de Orihuela todavía conserva algunas de sus pinturas.

Hacia 1880 regresa a Alicante donde establece su nuevo taller en el número 9 de la calle Santo Tomás. Igualmente fue un reputado fotógrafo. Realizó multitud de fotografías de personas o familias, abaratando los precios para que la gente de las clases populares también pudieran permitírselo. Conforme el negocio prosperó abrió estudios de fotografías en las calles de la Princesa y Navas por separado al taller artístico que tenían en la calle Santo Tomás. Incluso participaba en ferias adonde se llevaba sus utitensilios para tomar fotos al aire libre a los clientes que se lo requerían. 

Durante los últimos años de su vida se trasladó a San Juan. Falleció a la edad de 83 años.

FUENTES:

- Cuadernos Historia de Catral. Asociación de Investigadores Castrum Altum. Nº 49

- Arte y Semana Santa. Congreso nacional celebrado en Monóvar 2014. Inmaculada Vidal y Alejandro Cañestro

- www.lahornacina.com