Tras instalarse una cancha polideportiva en el Puerto de Alicante, en 1952 el ingeniero y máximo responsable portuario Pablo Suárez funda una nueva entidad deportiva llamado Club Deportivo Obras del Puerto.

Se forma una junta directiva en la que están presentes algunas personalidades alicantinas vinculadas con el deporte, como el cofundador del Hércules Agustín Gosalbes o el ex guardameta herculano José Jover. Como presidente honorario se queda José Lamaignére.

El también directivo e ingeniero del Puerto Andrés Muñoz Díaz tomará poco después las riendas del equipo. En los primeros años tienen que financiarse a base de organizar verbenas, bailes, vender lotería, donaciones desinteresadas, etc. Fijan su sede en la Explanada.

Durante los primeros años el club tiene sección de varios deportes como balonmano, baloncesto o atletismo, siendo los mismos jugadores en todas ellas. Dichos jugadores son en su gran mayoría trabajadores portuarios, que juegan los fines de semana en el equipo de manera amateur.

Pronto la sección de balonmano empieza a cosechar importantes éxitos deportivos y acaba absorviendo al resto de deportes. La misma temporada de su fundación (52-53) los balonmanistas consiguen un gran éxito deportivo, ya que ganan la Liga Provincial y logran clasificarse para la fase final del Campeonato de España (competición actualmente llamada Copa del Rey).

El Obras del Puerto se convierte así en uno de los principales equipos de la provincia, y durante los siguientes años sigue jugando el Campeonato de España siendo eliminado en octavos o en cuartos de final consolidándose también como uno de los mejores clubes del país. En 1955 se organiza la primera Liga Regional, y el equipo portuario se proclama campeón del torneo. Aún da un salto más de calidad a partir del momento en el que el exjugador Ángel Cía pasa a ser el entrenador. Algunos jugadores como Vázquez, Solbes, Garrido o Botella se convierten en los primeros ídolos locales.

En 1958 se crea la Liga Nacional de División de Honor (actual Liga ASOBAL). El Obras del Puerto es uno de los equipos fundadores. En la primera temporada en la máxima categoría los resultados son buenos y el equipo se mantiene. En la 59-60 rozan el título de Liga, quedando subcampeones por detrás del Atlético de Madrid. A partir de 1963 Alfredo José Llorca, uno de los principales jugadores, asume el papel de entreandor.

En la 66-67 realizan una mala campaña que les lleva al descenso a Primera Nacional. Durante los siguientes años se roza el ascenso en varias ocasiones, pero sin éxito. Durante esta época el Obras del Puerto coincide en la misma categoría con el otro equipo de la ciudad, el Sporting Salesiano. Se viven emocionantes derbis entre ambos.

Finalmente en la 70-71 se junta un gran equipo con los Pitiu Rochel, Vázquez, a los que se les unen los fichajes de Poli, Castaño, Arráez y Eleuterio Mirete. El Obras del Puerto gana todos los partidos menos uno, y vuelve por la puerta grande a la División de Honor.

En su regreso a la máxima categoría, la Federación establece como la prohibición de jugar en pistas descubiertas, por lo que el club se ve obligado a abandonar su feudo portuario y convertir en cancha un hangar del antiguo aeródromo militar de Rabasa. Aún así el Obras del Puerto obtiene un meritorio 5º puesto.

Sin embargo a la temporada siguiente la Federación les indica que dicho hangar tampoco reúne las condiciones exigidas por lo que el club se ve obligado a mudarse provisionalmente a Alcoy y luego a Elda.

Por aquel entonces Andrés Muñoz llega a un acuerdo con la inmobiliaria Calpisa para que patrocine al equipo. La Federación no le deja cambiar el nombre completamente al equipo, así pasan a competir llamándose Obras del Puerto-Calpisa.

Andrés Muñoz presiona al Ayuntamiento para que construya un nuevo Pabellón en Alicante. Finalmente es inaugurado en mayo de 1974, por lo que el equipo puede volver a jugar en Alicante después de un exilio forzado que duró casi 2 años.

Para la temporada 74-75, el equipo ya se inscribe oficialmente como Club Balonmano Calpisa. Con el dinero de dicha empresa y tras varias temporadas en las que se había hecho un esfuerzo por profesionalizar definitivamente al equipo, Andrés Muñoz da un golpe encima de la mesa sorprendiendo a todo el balonmano nacional con la contratación de José Perramón, considerado el mejor portero de España.

El fichaje de Perramón atrae a otros grandes jugadores como Santos Labaca, Víctor Lafuente, Goyo López, Mario Hernández, Tauré o Albisu. Éstos se unen a los Poli, Castaño, Mirete, Antón y, por supuesto, al capitán y ya entonces gran ídolo local Pitiu Rochel.

Entrenados por Gerardo López-Cuadra, afrontan la primera temporada sin el objetivo aún de aspirar a los títulos. Pero sin embargo acaban logrando ganar la Liga, y apenas unos días después vencen al vigente campeón Granollers en la final de la Copa para firmar un histórico doblete nacional. También durante esa temporada el Calpisa nutre la base de la Selección Española que queda subcampeona en un torneo internacional disputado en Alicante.

A pesar del doblete, Andrés Muñoz sigue reforzando al equipo. Para la siguiente temporada ficha a Nacho Novoa. Además se trae como entrenador a Miguel Roca. El Calpisa disputa por primera vez la Copa de Europa (donde cae en cuartos de final ante el Borac Banja Luka Yugoslavo) y vuelve a conseguir el doblete en España. Se consolida así como el mejor equipo del país, y el mejor club deportivo de la historia de la ciudad.

De nuevo por tercera vez consecutiva, y pese a la baja de Lafuente que se va al Barcelona pero con el fichaje de Miguel Ángel Cascallana, los pupilos de Roca consiguen alzarse con el doblete nacional en la 76-77.

Para la siguiente campaña, fichan al lateral Juanjo Uría y logran la cuarta Liga consecutiva. Además se convierten en el primer equipo en la historia del balonmano español que llega a semifinales de la Copa de Europa, donde son eliminados por el Slask Wroclaw de Polonia.

Ésta fue la última temporada de Pitiu Rochel, quien siguió vinculado al club como ayudante de Miguel Roca. Perramón también se retira y el Calpisa experimenta un proceso de renovación en el que los más jóvenes como Juanfran Muñoz Melo, Juampe de Miguel o el recién fichado Javier Cabanas deben de asumir mayor protagonismo.

Aunque en la 78-79 se lucha por la Liga y se llega a la final de la Copa, por primera vez en 5 años el Calpisa no conquista ningún título frente a la pujanza del Atlético de Madrid.

Manuel Roca se marcha al Barcelona y Andrés Muñoz decide darle el puesto de entrenador al mítico Pitiu Rochel, tan solo 1 año después de su retiro. Bajo sus órdenes, el equipo alicantino recupera su mayor brillantez. Con un bloque compensado entre los jóvenes como el portero De Miguel, Goyo o Melo y los veteranos como Cascallana, Albisu, Santos Labaca o Poli, el Calpisa vuelve a ir directo hacia el título de Liga. Sin embargo, sufre 2 malos arbitrajes frente al Barcelona y el Atlético que frustran gran parte de sus opciones. Bajo rumores de tongo, el Barcelona gana a los colchoneros en la última jornada arrebatándole al Calpisa el campeonato.

El ánimo de la plantilla no decae, y poco después afrontan la fase final de la Copa del Rey y de la Recopa de Europa. En la Copa vence al Atlético de Madrid en la final y en la Recopa llega a la final contra el Gummersbach alemán. Tras imponerse en la ida 20-15 disputada en Alicante, el Calpisa sufre en Alemania en un partido marcado por la gran dureza del equipo local pero acaba perdiendo solo 20-18 por lo que gana su primer título continental. Ésta es probablemente la mayor gesta de su historia.

A partir de este gran logro, la empresa Calpisa empieza a rebajar su patrocinio por lo que la economía del club se resiente. De Miguel, Novoa, Mario Hernández y Melo son vendidos. Por otra parte, Albisu se retira. El club no logra ningún título en la 80-81.

Andrés Muñoz busca a un nuevo patrocinador y llega a un acuerdo con el Hércules para la 81-82. El club pasa a denominarse Hércules-Calpisa y se convierte en una sección del equipo herculano. Acaban el año sextos y el Hércules se retira de la colaboración por problemas económicos.

Perdido definitivamente el patrocinio de Calpisa la situación económica del club se hace realmente complicada. En ese momento aparece otra empresa, Tecnisa, dispuesta a financiar el equipo. El director de esta sociedad de productos químicos es Antonio Alcalá de Vargas Machuca, antiguo jugador en los tiempos del Obras del Puerto, y pasa ahora a ocupar la presidencia.

Para la 83-84 se vuelve a hacer un gran esfuerzo económico. Vuelven Mario Hernández y Nacho Novoa, al tiempo que se ficha a los yugoslavos Krivocapic y Grubic, primeros extranjeros en la historia del club. Además se contrata de entrenador al también yugoslavo Slobodan Cicanovic, aunque apenas dura unas jornadas y pronto Pitiu Rochel vuelve a coger el equipo. En aquella temporada vuelven a recuperar gran parte de su nivel. Pelean por la Liga, siendo finalmente terceros.

Al año siguiente Antonio Alcalá decide poner de entrenador al técnico del filial, José Julio Espina. Son cuartos en Liga y en la Copa IHF caen en semifinales ante el Zaporoshe soviético.

Pero el presidente Alcalá no se conforma, y quiere que el equipo vuelva a competir con Barcelona y Atlético por los títulos. Por ello sube la inversión y acuerda junto al director deportivo Adrián Prats fichar al danés Jörgen Gluver y al joven Juanfran Alemany. Además de una tacada consigue recuperar del FC Barcelona a tres antiguos ídolos de la afición: Cabanas, De Miguel y Melo. El ya retirado Santos Labaca asume el puesto de entrenador.

A pesar de las grandes expectativas la 85-86 no empieza bien. El Tecnisán pierde las opciones de título y Santos Labaca es sustituido por César Argilés. Con él, el equipo gana contra todo pronóstico la final de la Copa del Rey frente al Barça en el Palau.

En la Copa EHF el equipo también marcha muy bien y tras eliminar al Lugi sueco se clasifica para la gran final contra el Győri de Hungría. En el partido de ida (jugado pocos días después del accidente de Chernóbil) el Tecnisán sufre una dolorosa derrota por 23-17. Durante la siguiente semana se apela al espíritu del Calpisa y de la Recopa del 80 para conseguir la remontada. A punto están de lograrlo, pero finalmente el Tecnisán tan solo gana por 24-20 en Alicante.

Al término de esta temporada Antonio Alcalá inicia conversaciones con Andrés Muñoz para devolverle la presidencia del club. Finalmente decide seguir y contrata al yugoslavo Ivo Munitic tras la marcha de Argilés.

Con el nuevo entrenador y sin Novoa que se va al Tenerife, el Tecnisán compite hasta el final por lograr el ansiado título de Liga. Pero la irregularidad unida un escandaloso arbitraje contra el Barcelona frustran las aspiraciones.

Tras una discreta 87-88, Antonio Alcalá abandona definitivamente el equipo, acabándose así la etapa Tecnisán. Surgen rumores de nuevo de desaparición y cuando se da casi por hecho, el otra vez presidente Andrés Muñoz consigue convencer a la empresa Helados Alacant para que sea el nuevo patrocinador.

Ahora con un presupuesto mucho más reducido, se confecciona una plantilla modesta a toda prisa antes de que comience la competición, con el objetivo de mantener la División de Honor. Como técnico se vuelve a apostar por un hombre de la casa, Pitiu Rochel.

Casi toda la plantilla la componen canteranos y jóvenes como De Luis, Sempere o Óscar Gutiérrez. También vuelve el histórico portero De Miguel y se ficha al yugoslavo Pero Milosevic como jugador estrella. Sufren hasta la última jornada, pero consiguen cerrar la salvación en División de Honor. Al año siguiente repiten el objetivo más holgadamente.

La 90-91 fue el año de creación de la actual Liga Asobal. El Helados Alacant ficha al yugoslavo Vukovic y junto a otros jugadores como Javaloyes, Masip o Lorenzo cuajan una buena temporada, logrando meterse en la fase por el título de liga.

Mucho más difícil es la 91-92. La empresa Helados Alacant pasa por malos momentos económicos y disminuye la inversión. Algunos de los mejores jugadores abandonan el club y sufren por evitar el descenso durante toda la temporada. Pitiu Rochel dimite y Alejandro Hernández es quien finalmente acaba salvando la categoría en una agónica promoción contra el Villa de Avilés.

Antes del término de esta temporada el empresario alicantino Perfecto Palacio había asumido la presidencia en sustitución de Andrés Muñoz. Su único objetivo era buscar un nuevo patrocinador con el que garantizar la subsistencia del equipo ante la inminente marcha de Helados Alacant. Tras muchos contactos con varias empresas alicantinas, al comienzo de la 92-93 la única salida factible que encuentra es aceptar una oferta del Ayuntamiento de Benidorm para llevarse el equipo allí.

Así, el histórico alicantino se refunda como CB Benidorm. Toño Peral es el nuevo presidente y José Julio Espina vuelve a ser contratado como entrenador. La temporada vuelve a ser durísima y la suerte vuelve a querer que el club se tenga que jugar la salvación ante el Arrete de Eibar. Una vez más, consiguen salvarse.

Y a la postre esta promoción serían los últimos partidos de la historia del club, pues al término de la campaña el Ayuntamiento de Benidorm no quiere seguir sufragándolo, ni tampoco el de Alicante. En un principio la Federación de Balonmano decide descenderlo a Primera División (segunda categoría nacional) por sus deudas económicas. A falta de un mes de competición el club se inscribe como CB Alicante y se dispone a volver al Pabellón alicantino.

Sin embargo, la imposibilidad de pagar a los jugadores lleva a que el club definitivamente renuncie a la competición y desaparezca tras 41 años de historia. Su plaza en Primera fue ocupada por el club de Maristas Alicante. Dicho equipo al año siguiente se integraría en el nuevo Estudiantes Alicante.

Por otra parte, los equipos base del club se integraron en otro equipo alicantino denominado Ciocsa-Akra Leuka que jugaba en Segunda División (tercera categoría nacional). Dicho club al año siguiente cambió su nombre por CB Alacant. En 1995 compró la plaza del Puleva Málaga para entrar en División de Honor B (segunda categoría nacional), pero contra todo pronóstico la directiva decidió trasladar el club a Callosa de Segura a mitad de campaña. Irónicamente en 1997 sería el propio Callosa quien vendiera su plaza en Plata al Estudiantes.

Entre los impresionantes méritos del club Obras del Puerto-Calpisa-Tecnisán-Helados está el haber permanecido 35 años de 38 en la máxima categoría desde que se creara ésta, ganar 4 títulos de Liga, 5 de Copa, 1 Recopa de Europa y lograr 3 dobletes nacionales en 3 años consecutivos. El histórico y desaparecido Calpisa es, sin duda, el mejor equipo de la historia del deporte alicantino.

FUENTE:

- “ALICANTE, TIERRA DE BALONMANO” José Antonio Soler

• Todas las plantillas y partidos del Calpisa (1952-92)

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